Las primeras bicicletas son demasiado caras para el hombre común. También son muy incómodas sobre las calles no pavimentadas y pesan más de veinte kilos. De hecho vemos como en aquella época se convierten más bien en un juguete de la nobleza y principalmente son utilizadas por barones y príncipes. En parte debido a esto, es como surge el apodo de Dandy Horse. Se está poniendo de moda reemplazar las cabezas de los caballos por figuras de fantasía. En esta bicicleta vemos como ya se ha prestado más atención al diseño. El cuadro es curvado y incorpora un soporte en el que el ciclista se puede apoyar con el pecho y el vientre.